Hoy desperté
aunque hubiera
preferido quedarme en la cama
para no ver una
sociedad que corre y se afana
detrás de cosas
efímeras y vanas.
Hoy desperté
aunque el silencio
carcome mis ansiedades
y me hace gritar mis
soledades
mermadas por aparentes
amistades.
Hoy desperté
y vi la verdad
envuelta en fantasías
a la verdad que busca
y ansía
que se le quite el
manto de la hipocresía.
Hoy desperté
escuchando a un mundo
que juzga lo sincero
que cuestiona lo
bello, moral y verdadero
y que es capaz de
vender su alma por dinero.
Hoy desperté
porque el reloj me
invitó a levantarme
con la excusa de que
era demasiado tarde
le apague sin
escucharle
y seguí durmiendo
como un cobarde.
Vaikus Tosan
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